ZARA es madera, olor a comida, luz indirecta, un poco cueva dónde no ser descubierto, dónde poder hablar a corazón abierto a quienes te acompañan. También es color verde aguacate, rojo brillante, blanco de nieve… y el sabor del azúcar de caña, la fresa, el mango, el plátano. Rico, jugoso, sabrosón. Puro disfrute madrileño.
ZARA también es tacones altos, ganas de bailar, cenas tardías con amigos, son las manos chuecas de la abuela Inés cogiendo un plato de la cocina para acercarlo a una mesa. Un lugar donde el humor, lo entrañable (como aquella foto de Penélope Cruz que el abuelo Pepe recortó de una revista y clavó en la pared) y lo sencillo se unen durante un tiempo, el presente, el mejor de todos.
Seas quien seas aquí vienes a comer, a disfrutar de algo que te gusta, a estar tranquilo, a divertirte, a compartir.